Soy Juan Aznar y en este artículo te explico, como en nuestro vídeo, por qué el dolor cervical muchas veces no nace en el propio cuello. Si sufres dolor de espalda o dolor cervical persistente, es probable que la causa esté en otra parte: la caja torácica, la respiración o incluso más abajo en la cadena cinética, como un pie. Aquí te cuento cómo identificarlo y qué hacer.
Tabla de contenidos
- 🔎 ¿Por qué tu cuello duele aunque el problema esté lejos?
- 🩺 Signos que indican que el origen no es el cuello
- 🌬️ Respiración y caja torácica: el papel oculto
- 🛠️ Cómo actuar: pasos prácticos que puedes empezar hoy
- 📞 Conclusión y cómo te puedo ayudar
🔎 ¿Por qué tu cuello duele aunque el problema esté lejos?
Es habitual pensar que el dolor está donde lo sientes. Sin embargo, en muchos casos el cuello sufre por compensaciones. Cuando la respiración no es eficiente, la caja torácica se mantiene cerrada y eso condiciona la postura: cabeza adelantada, hombros hacia delante y una mayor tensión en la zona alta de la cervical.
“Generalmente tienen la cabeza muy adelantada y por tanto están forzando toda la parte de la cervical alta.”
Si tu cuerpo adapta una postura en la que los oídos están por delante de los hombros, la cervical alta queda forzada para intentar compensar. Esa sobrecarga provoca rigidez y dolor que parece surgir de la nuca, pero muchas veces el origen está en el patrón respiratorio o en restricciones más abajo.
🩺 Signos que indican que el origen no es el cuello
Observa estas pistas. Si te identificas con varias, es probable que debas mirar más allá del cuello:
- La cabeza está adelantada respecto a los hombros.
- Dolor localizado detrás de la base del cráneo (zona suboccipital).
- Tensión y rigidez intensa en la parte alta del cuello.
- Respiras principalmente con el abdomen bajo o con la clavícula, sin expandir la caja torácica.
- Problemas en otras zonas (hombros, caderas, pies) que pueden modificar tu postura.
🌬️ Respiración y caja torácica: el papel oculto
La caja torácica funciona como una estructura que sostiene la postura. Si permanece cerrada, el cuello se ve obligado a compensar. Trabajar la respiración para que la caja torácica se abra de forma natural puede ayudar a que el cuello se rectifique y la tensión disminuya.
No es solo cuestión de “tocar” el cuello. El alivio agudo puede venir de maniobras sobre la cervical, pero el cambio sostenible requiere:
- Corregir el patrón respiratorio.
- Reducir la rigidez en la zona media (nuestro “core” axial).
- Influir en las regiones que están arriba y abajo del torso para reequilibrar la cadena postural.
🛠️ Cómo actuar: pasos prácticos que puedes empezar hoy
Si tienes dolor cervical y también ves esa postura adelantada, aquí tienes un plan sencillo para comenzar a trabajar:
- Obsérvate: comprueba si los oídos quedan por delante de los hombros cuando estás de pie.
- Respira conscientemente: practica respiración diafragmática intentando expandir la caja torácica lateralmente y hacia arriba, no solo hacia el abdomen.
- Movilidad torácica: realiza ejercicios suaves de apertura de pecho (rotaciones torácicas, extensión suave sobre un rodillo si sabes hacerlo con seguridad).
- Fortalece el control postural del “core” axial para que la columna media deje de transferir compensaciones hacia el cuello.
- Evalúa tu cadena completa: a veces la causa viene de un pie o de las caderas—no ignores estas zonas.
Ejercicios básicos (seguro y progresivo)
- Respiración 4-4-4: inhala 4, mantén 4, exhala 4, enfocándote en expansión torácica.
- Rotaciones torácicas en cuadrupedia: 8–10 repeticiones cada lado.
- Retracción cervical suave (no forzar): 10 repeticiones, mantén 2–3 segundos.
📞 Conclusión y cómo te puedo ayudar
Si reconoces este patrón—cabeza adelantada, dolor suboccipital, respiración limitada—sabes que el cuello no es todo el problema. El dolor de espalda y el dolor cervical muchas veces requieren mirar la respiración y la caja torácica, e incluso valorar desde los pies hasta la cabeza.
En Nforma seguimos ofreciendo entrevistas gratuitas de 45 minutos para entender tu caso y valorar si lo que hacemos puede ayudarte. Si quieres, reserva una sesión con nosotros y analizaremos tu postura, tu respiración y las posibles compensaciones para diseñar un plan personalizado.
Recuerda: el alivio puede venir tocando el cuello, pero la solución duradera pasa por corregir los patrones que están por debajo y por encima. Cuida tu respiración y tu postura y evitarás que el dolor de espalda y cervical se vuelva crónico.
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